Jennifer López se fue de compras. La cantante se fue a Rodeo Drive y los paparazzi hicieron fiesta al ver cómo con su tan sola presencia en las calles, el tráfico se paralizó. Dicen que estuvo comprando en Brunello Cucinelli, Beverly Hills. Pero lo más relevante es que JLo definitivamente cuativa a quien la ve, porque al cruzar la calle, la diva del Bronx iba completamente vestida: no minifaldas, no corpiños, no tops. No, nada de eso. La cantante llevaba una camisa manga larga, remangada en los codos. Una mascada anudada al cuello. Moño alto, letes de sol y unos jeans flojos que combinó con sandalias de tacón alto en gris: elegante pero casual. Jennifer López es además una mamá presente y estuvo acompañando a sus hijos en un partido de base-ball. Para este evento JLo volió a vestir pantalones de mezclilla, los que combinó con una camiseta blanca, sencilla y tenis blancos. No podían faltar sus argollas largas en oro. El anillo de compromiso con su piedra verde no podía faltar. Aquí hay un post en donde se puede apreciar su look más de cerca y además se le ve manifestar algunas emociones.