Al igual que muchas otras personas, Karol G ganó peso durante el período de confinamiento hasta alcanzar 152 libras. La colombiana padece una condición médica que le provoca saturación de insulina con una gran facilidad y por norma general debe cuidar mucho su alimentación. “Cuando estoy de tour, tengo que ver a todo mi equipo comiendo bien rico, y yo soy la que tiene que comer la ensalada”. Cuando llegó el período de confinamiento, ella decidió no privarse de nada porque era una oportunidad única en su vida para “comerse hasta las paredes”. Karol se pasaba los días viendo películas en el sofá y “comiendo y recontracomiendo” sin ningún sentimiento de culpa, y era consciente de que iba a subir de peso. Su cambio físico dio pie a todo tipo de rumores y un productor amigo suyo incluso le escribió para darle la enhorabuena creyendo que estaba embarazada. Ese tipo de confusiones podía tomárselas a risa, pero el problema llegó cuando por fin reapareció en público en los Premios Juventud de 2020 para recibir un galardón de manos de su ídolo Ivy Queen.
La artista se puso para la ocasión un chándal holgado muy distinto de los atuendos reveladores que suele lucir en sus videoclips. Tras bajarse del escenario para cambiarse y prepararse para su actuación, se le ocurrió abrir las redes sociales en su teléfono y empezó a leer comentarios que hacían bromas muy crueles sobre su físico. En aquel momento se juró que jamás volvería a sentirse así y abrazó una rutina que incluía entrenar dos veces al día y hacer ejercicio de cardio en ayunas durante tres meses sin parar. “Me puse las pilas y hoy peso 62 kilos”, ha explicado. “Esto es real y me lo merezco. Me lo he trabajado muy duro. Pero me la trabajé porque me dije que en la vida me iba a permitir volver a sentirme como me sentía ese día”.