Comer despacio es una regla que todos deberían seguir. Hacerlo mejora mucho la calidad de vida y se disfrutan más los alimentos. Está comprobado que quienes comen a un ritmo más rápido no pueden saciarse, y por eso suelen comer más. Esto provoca ciertos problemas de salud, como la obesidad. También podría ocasionar problemas digestivos e incluso obstrucciones si los alimentos no son bien masticados. Así que reducir el ritmo al comer reporta al menos los 5 beneficios que te indicamos a continuación.
1. Ayuda a reducir la ingesta de comida
Las hormonas controlan el apetito y la ingesta de calorías, hasta cierto punto. Después de comer, el intestino tiene la capacidad de suprimir una hormona conocida como grelina, que es la encargada de controlar el hambre. También segrega otras relacionadas con la saciedad. Estas hormonas reducen el apetito, proporcionan una sensación de satisfacción y llenura, indicando al organismo que debe dejar de comer. Este proceso tarda unos 20 minutos. Así, al comer despacio, le dará el tiempo que el cerebro necesita para recibir las señales. De esta forma, no se ingerirán más alimentos.
2. Reduce la ingesta de calorías
Comer despacio también ayuda a reducir la cantidad de calorías que se consume. De hecho, se ha comprobado que las personas que comen despacio consumieron menos calorías que aquellos que ingerían los alimentos de forma más rápida. Incluso, 60 minutos después de comer, los que comieron a un ritmo más lento todavía se sentían llenos. De esta forma, es posible consumir menos calorías.
3. Ayuda a perder peso
Al reducir la ingesta de calorías y tener una sensación de saciedad, es posible perder peso. Claro está, no es suficiente con bajar el ritmo cuando comes, también es necesario llevar una dieta equilibrada que incluya alimentos saludables, libres de procesados y azúcares. Saber qué comer es importante, y es mejor preparar los alimentos en casa. Para poder disfrutarlos y masticarlos bien, hay que tomarse el tiempo. De hecho, para muchos, la hora de la comida es sagrada. Un ambiente tranquilo, alejado de la tecnología y del ajetreo del día favorecerá a que la comida se consuma con calma.
4. Mejora el proceso digestivo
Comer despacio ayuda a que el organismo pueda procesar mejor los alimentos que se consumen. Este factor es importante porque se evitan problemas como el estreñimiento, el reflujo gástrico y la acidez estomacal, entre otros. Claro está, otros factores que contribuirán a esto es preparar bien los alimentos, evitando condimentos o ingredientes que pueden causar daño o irritación en el sistema digestivo.
5. Se disfruta más de la comida
Algo que sucede en este mundo debido al ajetreo es que los alimentos no se disfrutan. Muchas personas comen rápido o consumen comida rápida debido a que no les da tiempo de preparar sus propios alimentos y mucho menos disfrutarlos. Por eso, tomarse el tiempo para preparar las comidas, sentarse a disfrutarlas, sin la distracción de los dispositivos electrónicos o de cualquier otra cosa que pueda perturbar el momento, contribuirá a que los niveles de estrés se reduzcan. Así, el organismo funcionará de una mejor manera.