Hace cuatro años y medio Selena Gómez tomó la decisión de ceder el control de sus redes sociales por el bien de su salud mental, y no ha vuelto a mirar atrás. Desde entonces, su asistente se encarga de publicar las fotos que la estrella le envía junto al mensaje del que quiere acompañarlas y así no tiene que leer la sección de comentarios ni puede caer en la tentación de echar un vistazo a lo que dicen de ella otros usuarios. “Llevo cuatro años y medio sin entrar en Internet. Ha cambiado mi vida por completo. Soy más feliz, estoy más presente, conecto más con la gente. Entiendo lo poderoso que es Internet, y en muchos sentidos ha hecho cosas maravillosas por el mundo. Pero para mí, las noticias que son realmente importantes las obtengo a través de las personas de mi vida. Y todo lo demás me importa muy poco, porque no es asunto mío preocuparme por los asuntos de los demás”, ha revelado en el programa ‘Good Morning America’.
Selena, que en su día fue considerada la reina de Instagram, ha sido una de las primeras celebridades en reconocer públicamente que ha establecido un cortafuegos entre sus 300 millones de seguidores y ella porque proyectar la mejor imagen posible en las redes sociales, y estar a la altura de ella en la vida real, se había convertido en una obsesión muy peligrosa. “Hubo un periodo completo en mi vida en el que pensaba que necesitaba maquillarme cada día y nunca quería que me vieran sin él. Cuanto mayor era, más evolucionaba y me di cuenta de que necesitaba tomar el control de lo que estaba sintiendo. Quería poder mirarme en el espejo y sentirme segura de ser quien soy“, confesó el año pasado.